Antes de continuar y responder a estas preguntas, déjenme hacer una pausa, que no será otra cosa sino un breve señalamiento a propósito de este asunto.
Y es que vale la pena decir esto, querido lector, sin importar a qué país pertenecemos, da orgullo que un extranjero se lleve un bello recuerdo de nuestra tierra natal, así como siempre es un placer adquirir un recuerdo propio de los lugares que visitamos, y advierto que no estoy tratando de quitarle mérito la intención de obtener un souvenir de último minuto en lugares como los aeropuertos, pero definitivamente, no es lo mismo comprar una artesanía en un aeropuerto, que hacerlo directamente con el artesano que produjo esa pieza. La experiencia es radicalmente diferente.
Uno de los privilegios de poderle comprar una artesanía directamente a la persona que la elabora, es que uno puede platicar con esa persona. Así fue como obtuve respuesta a las preguntas anteriores.
El señor Rogelio Conde Vásquez, lleva elaborando casitas de Pochote, por 31 años. Él aprendió la técnica desde su infancia, por legado de su padre y de su abuelo [Fortino Conde], sin que ninguno en la línea familiar pudiera identificar a las primeras personas que iniciaron con esta tradición. Lo que sí cabe destacar, es que esta es una artesanía original de Tepoztlán. Ahora bien, el Pochote es el nombre común de un árbol que se llama Ceiba Pentandra el cual produce fibra algodonosa, y es de la madera de este árbol, que se hacen las casitas, pero esa no es la parte interesante. De acuerdo a lo explicado por el Sr. Rogelio, para extraer estos trozos de madera, el árbol no debe ser dañado.
El Pochote es un tipo de árbol (La Ceiba) cubierto de grandes espinas, lo que hacen los artesanos, es retirar algunas espinas con mucho cuidado, que posteriormente vuelven a crecer. Entonces, las artesanías que observamos, están talladas en las espinas del Pochote.
Si uno lo piensa, lo que hacen los artesanos de Tepoztlán con las casitas de Pochote, no sólo consiste en tallar madera, sino en transformar la estética de las espinas de un árbol, de un instrumento que repele, a una figura que captura la atención del espectador, por su belleza.